Descripción |
Esta semana escuchaba en boca de una mujer lo malas que somos, en general, las mujeres que además de envidiosas, somos mentirosas y muy egoístas. Comencé a discutirle, pero estábamos en ambiente informal, entre gente amiga y al final comprendí que sólo quería escucharse a sí misma. Ya he comprendido que en esos momentos, retirarse de la discusión es una pequeña victoria, puesto que de lo contrario se podría entrar en un bucle infinito. Y la verdad, estaba demasiado a gusto como para seguir con una discusión estéril. |